sábado, 16 de mayo de 2015

Nuestras costumbres

Todos tenemos claro y anteriormente lo he mencionado en otras entradas, que los árabes de al-Ándalus nos han dejado un rico legado y costumbres que han perdurado hasta nuestra época. Pero no nos imaginamos hasta qué nivel llega la herencia directa de nuestro andalusí. Voy a centrarme en el ámbito doméstico; como las costumbres de casa y la vestimenta. 

En primer lugar, cuando nos levantamos por la mañana lo primero que solemos hacer es ducharnos costumbre esencial andalusí que Alfonso X el Sabio pretendió desaparecer considerándola de "molicie y afeminamiento". La limpieza, que ya lo he comentado en anteriores entradas, es muy importante para los musulmanes y esta se anexionó a la belleza. 

Ziryab, un persa afincado en la corte de Abderramán II cambió muchas de nuestras costumbres sociales. Inventó una crema de dientes y un desodorante. También mejoró el corte de pelo de los hombres y implantó la barba rasurada. También introdujo una costumbre que ha llegado a nuestros días, ésta es el color del ropaje según la estación o mes del año o también el color del luto que
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anteriormente era el blanco y gracias a Ziryab pasó a ser el negro. 

En cuanto al velo, elemento indispensable en la mujer de alta clase hasta el siglo XIX, también ha permanecido hasta nuestros tiempos aunque solo lo usan las novias al casarse. 


También, el andalusí era adicto a la cafeína como muchos de los españoles actuales. Se decía que los andalusíes tenían la piel blanca, pelo moreno y estatura media, descripción que encaja con la mayoría de los españoles actuales. 
Una de las costumbres de nuestros antiguos antecesores era acompañar a la novia y al novia por las calles de su localidad como muchos pueblos españoles actuales siguen haciendo. Además, también era costumbre arrojar sobre las cabezas de los recién casados granos de arroz, que se entendía como abundancia y se tiraba arroz porque era el único alimento que no faltaba nunca entre las familias pobres.
A Ziryab le debemos también la superstición al número 13 y la certeza de que las embarazadas sufren antojos. 
Como podemos observar conservamos muchas costumbres de nuestros antepasados los andalusíes y muchas más que seguramente no he nombrado, así que no eramos tan diferentes como creemos. En gran parte gracias a ellos, los españoles somos lo que somos y ¡bien orgullosos que deberíamos estar!

FUENTES:
http://revista.legadoandalusi.es/n44_revista_el_legado_andalusi/reportajes/del_al_andalus_que_aun_pervive.html
Tahiri, Ahmed, Las clases populares en al-Andalus, Málaga, Sarria, 2003


2 comentarios:

  1. Hola! Muy buena entrada, el tema de las costumbres andalusíes es mi preferido, tengo entendido que la vestimenta diaria era más como lo es ahora en el norte de África, lo que no sabía era lo del velo. Y en cuanto a los granos de arroz, no tenía ni idea jajajaja
    Un saludo :)

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